Más de treinta años de experiencia en un mercado laboral, fundamentalmente de hombres, avalan a Mar Téllez. Al frente de Heliomar, empresa especializada en gestión de residuos portuarios, Mar es, junto a otras mujeres, pionera en el mundo portuario malacitano.
Aunque las cosas han cambiado mucho y la presencia laboral femenina en el puerto es ya una realidad, hasta no hace demasiados años constituía una imagen fuera de lo común ver a una mujer desarrollando cualquier tipo de trabajo portuario.
«Aunque soy muy coqueta -cuenta Mar-, nunca me ha importado ponerme el mono de trabajo y ajustar una tubería»
Mar Téllez inició su trayectoria laboral portuaria en 1986, cuando comenzó como becaria del Soivre (Servicio Oficial de Inspección Vigilancia y Regulación de las Exportaciones). Allí se dedicó a recoger muestras de diversos tipos de graneles, fundamentalmente líquidos y desde su primer día en los muelles, Mar notó cómo la consideraban una extraña en los menesteres portuarios.
Mar, en vez de tirar la toalla y cambiar de rumbo, decidió seguir implicada en el ámbito marítimo. «Con el dinero que me dieron tras ganar un juicio, me compré un camión y comencé mi vida como portuaria», comenta Mar. Con la ayuda de su hijo Helio, Mar empezó a desempeñar labores de mecánico y camionera para una concesión con Dramar, una empresa una dedicada a recoger y transportar los residuos líquidos de los barcos.
Gracias a su profesionalidad, implicación 24 horas durante los 365 días al año y su afán de superación, Mar se ha ganado el respeto y la admiración de todos sus compañeros del puerto.
Su conocimiento del mercado y la estabilidad en su trabajo la llevó a crear en 1999 Heliomar, en la que trabaja sin descanso día a día luchando por hacer las cosas lo mejor posible. Actualmente, gracias a las dotes de relaciones públicas de Mar y su buen hacer profesional, Heliomar está batiendo récords de descargas de MARPOL, movilizando hasta 1.500 toneladas de residuos líquidos al mes en el puerto de Málaga.
Así fue incluso durante los difíciles tiempos pandémicos, cuando las empresas portuarias, incluida Heliomar, siguieron al pie del cañón con su trabajo, considerándose como trabajadores esenciales. Mar personalmente tuvo que asistir al Sovereign y al Marella Dream los dos barcos que atracaron en Málaga con el estado de alarma ya instaurado y una gran incertidumbre. Menos mal que el temporal ya pasó y Heliomar sigue su travesía viento en popa a toda vela.